"NO SE PUEDE CREER EN LOS MEDIOS" - Los conflictos de interés entre laboratorios, gobiernos y medios de comunicación son flagrantes, la censura y la estigmatización de las voces disidentes es la regla tácita, nadie puede objetar la narrativa oficial sobre la "crisis sanitaria" sin ser declarado anatema y excomulgado por la policía del pensamiento, los fact checkers remunerados por Big Pharma y Big Data son un trasunto del "Ministerio de la Verdad" orwelliano, secundados por toda la genuflexa y despreciable casta periodística que funciona en modo disco rayado, recitando la vulgata preconizada por los laboratorios y los gobiernos.